Confucio fue un reconocido pensador chino cuya doctrina recibe el nombre de confucianismo.
Procedente de una familia noble arruinada, a lo largo de su vida
alternó periodos en los que ejerció como maestro con otros en los que
sirvió como funcionario del pequeño estado de Lu, en el nordeste de
China, durante la época de fragmentación del poder bajo la dinastía Chu. Nació en el pueblo de Qufu en el antiguo estado de Lu, actual provincia de Shandong,
en el seno de una familia de terratenientes nobles, el clan de los
Kong. Su padre murió cuando Confucio tenía tres años y dejó a la familia
en la pobreza. Confucio, a pesar de ello, recibió una esmerada
educación.
Siendo aún joven, trabajó para la administración del Estado de Lu. Su
primer trabajo fue en los graneros estatales y llegó a alcanzar el
rango de Ministro de Justicia. Dimitió del cargo años más tarde, ya que
no estaba de acuerdo con la política que seguía el príncipe. A los 50
años comenzó sus enseñanzas. Viajaba solo de un lado a otro instruyendo
a los contados discípulos que se reunían en torno a él. Su fama como
hombre de saber y carácter, con gran veneración hacia las ideas y
costumbres tradicionales, pronto se propagó por el principado de Lu, y
luego a toda China.La esencia de sus enseñanzas se condensa en la buena
conducta en la vida, el buen gobierno del Estado (caridad, justicia, y
respeto a la jerarquía), el cuidado de la tradición, el estudio y la
meditación. Las máximas virtudes son: la tolerancia, la bondad, la
benevolencia, el amor al prójimo y el respeto a los mayores y
antepasados. Si el príncipe es virtuoso, los súbditos imitarán su
ejemplo: gobernante/súbdito, marido/mujer y padre/hijo. Una sociedad
próspera sólo se conseguirá si se mantienen estas relaciones en plena
armonía. La base de la doctrina confuciana es recuperar a los antiguos
sabios de la cultura china e influir en las costumbres del pueblo.
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